La medicina china es inseparable de la tradición oriental que sostiene
que cualquier materia en este universo tiene su lado físico y su lado
espiritual, y que ambos lados trabajan juntos para formar una entidad
completa.
La medicina china enfatiza el análisis dialéctico del cuerpo humano
como un todo, reconsiderándolo una colección de sistemas
interconectados e interrelacionados. Por lo tanto, el método holístico
inherente a la medicina china tiene un gran potencial para tratar
enfermedades complejas como cáncer, SIDA y Alzheimer o en los denominados problemas de sub-salud, tales como la fibromialgia o los malestares de difícil diagnostico.
Un
dicho popular lo explica así: “La gente que busca una cura en la medicina
occidental generalmente muere sabiendo exactamente cuál fue la razón;
la gente que busca una cura en la medicina china generalmente vive sin
saber exactamente cuál es la razón”.